domingo, 13 de septiembre de 2009

Aprendemos de los tropiezos, de los portazos, de las caras largas, de los lugares sin ventanas, de lo que deja de ser, de las desilusiones, de la primera vez que abres los ojos, de lo mucho que duele aprender a mirar, de lo difícil que es tomar una decisión, de lo bien que te sientes después, de los últimos días, de la semana más larga que recuerdas, de los silencios, las escaleras a ninguna parte, de los pasillos a oscuras, de ti y de todo lo que dejas allí, del vacío que se te cuela en el estómago. De los besos y los abrazos. De ellos, porque en realidad son lo único que importa. Valiente, la vida empieza ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario